sábado, 22 de marzo de 2014

LA EVALUACIÓN Y EL DISEÑO DE POLÍTICAS EDUCATIVAS EN MÉXICO

LA EVALUACIÓN Y EL DISEÑO DE POLÍTICAS
EDUCATIVAS EN MÉXICO



La educación es un fenómeno complejo y delicado. Complejo por la cantidad y diversidad de factores, actores y funciones que la conforman; delicado por las poderosas fuerzas que lo atraviesan y por la multiplicidad de repercusiones y consecuencias que sus acciones y resultados generan en la sociedad. Sabemos que existe también una relación estrecha entre niveles de educación y crecimiento económico; estudios han señalado que un año adicional de escolaridad puede motivar un crecimiento económico de 0.44% anual.
Los organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han puesto sobre la mesa de discusión el tema de la efectividad del presupuesto asignado a la educación en México, lo anterior a partir de las evaluaciones practicadas a los estudiantes en distintos niveles y áreas del conocimiento. La evaluación debe constituir una base de información que conduzca a los distintos actores involucrados en el proceso educativo a diseñar las políticas y líneas de acción para el mejoramiento de los resultados. Coincidimos con la idea de que las políticas públicas en educación se elaboran, mediante un diálogo entre los distintos actores, así como de las demandas y presiones de la sociedad, y la propia realidad educativa. Por lo que la educación es uno de los medios para lograr la igualdad social. Esta desigualdad también se ve reflejada en las distintas evaluaciones específicamente de la Prueba PISA que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la Prueba Enlace que realiza la Secretaría de Educación Pública.

I. La educación: Una visión general   
La educación es un mecanismo que permite generar oportunidades para las personas. Una persona con mayor nivel educativo tendrá mayores oportunidades de obtener empleo, mejores salarios, posibilidades de esparcimiento, entre otros. El artículo 2º de la Ley General de Educación, que señala:

La educación es medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social.

En los últimos años, se han registrado importantes avances en materia educativa dado que se ha conseguido una cobertura cercana a 100% en educación primaria, una tasa importante de expansión en el nivel secundaria, media y superior. El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 destaca que el rezago en educación básica se estima en más de 30 millones de personas de más de 15 años que no concluyeron, o que nunca cursaron la primaria o la secundaria. De ellos, la mitad son jóvenes de entre 15 y 35 años. Actualmente los años de escolaridad promedio de las personas entre 15 y 24 años es de 9.7 grados escolares. El nivel nacional de analfabetismo es de 7.7%. Aún se tiene un gran reto sobretodo en la cobertura en niveles medio y superior.
El sistema educativo nacional (Preescolar, primaria, secundaria, media superior, superior y capacitación para el trabajo) brinda atención, a 33.6 millones de estudiantes. De ellos, el 86% se encuentran en escuelas públicas. Estas cifras indican que de la población nacional, estimada en 103 millones de personas al año
2005, el 31.4 por ciento son estudiantes, esto significa que de los 44.9 millones de mexicanos en edad escolar (3 a 24 años), poco más del 70 por ciento está en la escuela, lo cual contrasta favorablemente con el 59.7% logrado en 1992. No obstante, la cobertura presenta grandes diferencias por nivel educativo. En 2006, la mayor cobertura se logró en educación básica: la preescolar, con 66.9%; la primaria, con 94.1% y la secundaria con 87%.
El nivel preescolar atiende a 4.5 millones de niños.
La educación primaria cuenta con una población escolar de 14.5 millones de estudiantes. En la actualidad la cobertura neta, es superior al 94% del grupo en edad escolar (6 a 11 años), la eficiencia terminal se estima en 91.8%, y la absorción de egresados de primaria en la secundaria asciende a 94.9%.
El nivel secundaria brinda servicio a 6 millones de estudiantes, cifra equivalente al 88 por ciento del grupo de edad entre 12 y 14 años. Sin embargo, la eficiencia terminal es del orden de 79 por ciento. En los últimos años, gracias a la disminución de la demanda y en virtud de las políticas de cobertura y retención enfocadas a los grupos de población más vulnerables, los indicadores de acceso, permanencia y egreso de la educación básica expresan una tendencia positiva comparado con años atrás, no obstante, prevalecen retos de cobertura, particularmente en secundaria en las zonas de mayor pobreza.
En la educación media superior la matrícula asciende a 3.7 millones de estudiantes, incluidas las modalidades general y tecnológica, atendiendo a cerca de tres quintas partes de la población de 16 a 18 años, es decir, 59.5%.
Para el caso de la educación superior, en 2006, su matrícula ascendió a 2.6 millones de estudiantes, captando sólo a uno de cada cuatro jóvenes de entre 18 y
22 años de edad. De los alumnos inscritos, el 93.4% de los cuales están en los niveles de técnico superior universitario y licenciatura, incluyendo normales, y el resto en posgrado alcanzando. Se ha logrado una cobertura del 25%, que comparativamente con otros países se encuentra muy por debajo, tan sólo las tasas de matriculación de Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Canadá y Japón, fueron de 82, 63, 60, 57 y 54%, respectivamente.
México se encuentra rezagado frente a los países de la OCDE, ya que mientras que en nuestro país el 77% de la población en edad de trabajar tiene solamente escolaridad básica, en los países de la OCDE este promedio es de 30%. Por el contrario, mientras que en México 23% de la fuerza laboral tiene estudios superiores a la secundaria, en los otros países miembros de la OCDE 67% tiene niveles educativos de preparatoria y mayores.
Sin embargo, el nivel de cobertura alcanzado es variable entre los tipos, niveles y modalidades del sistema, desigual entre las regiones del país, socialmente inequitativo y poco competitivo en términos internacionales.
En materia de calidad, se considera que un indicador relevante para entender el problema de la calidad educativa es el desempeño de estudiantes de primaria y secundaria. Éste continúa siendo muy bajo en lo referente a la comprensión de lectura, la expresión escrita y las matemáticas. Además, la brecha en calidad entre escuelas públicas y privadas sigue siendo considerable.

 Evaluaciones nacionales e internacionales: una visión común
La evaluación del proceso de Políticas Públicas es cada vez más recurrente; en su momento Lindblom se preguntó si es que se puede evaluar, ya que las dificultades son a menudo muy claras y la mayoría de la gente quiere que la elaboración de política sea además de democrática e inteligente; y concluye que la evaluación es difícil, no quiere decir que no haya que intentarlo.
El problema de la evaluación, obedece a la multiplicidad de puntos de vista acerca de los parámetros que deben aplicarse para su realización.
Otra dificultad inherente a la evaluación es que las Políticas Públicas, como se dijo, rara vez concluyen definitivamente; lo normal es que las mismas generan otros problemas que requerirán la aplicación de nuevas políticas en una secuencia continua. Los ejercicios internacionales de evaluación del aprendizaje, en los que nuestro país ha participado, han servido como estímulo para impulsar ese desarrollo y para posicionar el tema de la evaluación educativa en el centro del interés público.
Las evaluaciones de nuestro sistema educativo representan un esquema innovador, esencial para la elaboración e instrumentación de políticas públicas.
Desde luego hay coincidencia en que se debe generar una cultura social sobre las evaluaciones, pero más importante es conocer la razón, alcances y limitaciones de sus resultados, como también lo es conocer la dinámica que las mediciones generan al interior de los actores del sistema educativo; es decir, entre alumnos y maestros, directivos de escuelas y autoridades educativas, así como al exterior del sistema, o sea, entre los medios de comunicación y los miembros de la sociedad en general.


 Políticas educativas: Una visión de los desafíos
En forma simplificada, suele decirse que no basta aumentar la educación en cantidad, sino que es indispensable mejorar también en calidad. Los países más pobres enfrentan hoy el reto que debieron superar hace décadas los más desarrollados: después de conseguir que todos los niños accedan a la escuela, evitar que la abandonen al poco tiempo, tras lo cual surge el tema de los niveles de aprendizaje o, en forma simplificada, de la calidad: no basta que los alumnos terminen cierto grado o nivel escolar, si lo hacen sin haber alcanzado los objetivos que establecen los planes y programas de estudio.
Desafíos de la evaluación educativa
Desde el punto de vista del diseño y la evaluación de políticas
Desde el punto de vista de la planeación de la educación
Desde el punto de vista de los logros del aprendizaje




Juan Carlos Amador Hernández
Documento de Trabajo núm. 35 
Marzo de 2008
Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública https://www.youtube.com/watch?v=4Cb6lGqmjWc&noredirect=1

2 comentarios:

  1. Asooooooooooooooo cuanta letraa jejejej

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  2. jejeje no es cierto mija viéndolo bien... cuenta con información muy importante

    :)

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